Salvar los arrecifes de coral: muchas soluciones
Para intentar salvar los arrecifes de coral, hay que tomar medidas urgentes simultáneamente contra las amenazas globales y locales, para reducir la contaminación, proteger las zonas que aún están en buen estado, restaurar las zonas degradadas y desarrollar una economía azul en torno a ciertos arrecifes, que los proteja y mejore. Pero lo primero y más importante es luchar contra el cambio climático.
Lucha contra el calentamiento global
Esta es la primera prioridad para frenar el calentamiento de los océanos y limitar los episodios de decoloración de los corales. Para lograrlo, debemos reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero para mantenernos por debajo de 1,5º C de calentamiento, ahorrar energía, avanzar gradual pero decididamente hacia una economía baja en carbono y utilizar más energías renovables. Menos CO2 en la atmósfera significa también que el océano se acidifica menos rápidamente y tiene menos impacto en los organismos que, como los corales, crean un esqueleto calcáreo.
Lucha contra la contaminación
La contaminación asfixia o envenena los arrecifes. Hay que eliminar todas las formas de contaminantes químicos y físicos que acaban en el mar. Nos corresponde a todos adoptar las prácticas correctas, los gestos correctos, en todas partes y en todas las circunstancias, incluso en el interior. Juntos, reduzcamos, reutilicemos y reciclemos para limitar el consumo de recursos y la creación de residuos.
Para más información:
Todos podemos actuar. Descubra 10 cosas que puede hacer en sus vacaciones o en su vida diaria para preservar los arrecifes de coral.
Fomento de la economía azul
Desarrollar actividades económicas sostenibles que respeten los arrecifes de coral y creen valor y empleo en muchos sectores económicos (turismo, pesca, acuicultura, agricultura, transporte marítimo) es posible. Entre las principales medidas que hay que tomar: detener el hormigonado del litoral, limitar la expansión urbana y la construcción de infraestructuras (industriales, turísticas), sobre todo en las zonas frágiles. Para un turismo responsable, hay que desarrollar un buceo respetuoso con las especies y los ecosistemas, limitar el número de buceadores si es necesario, ofrecer una mejor supervisión y concienciación, y utilizar boyas de anclaje. Para una agricultura sostenible, la prioridad es proteger los cursos de agua (porque todo llega al mar), detener la deforestación y limitar los pesticidas.
Para una pesca y una acuicultura responsables, es urgente controlar mejor las prácticas y luchar contra todas las formas de pesca ilegal.
Proteger los arrecifes de coral y los ecosistemas asociados
Los arrecifes de coral tendrán más posibilidades de conservarse si se crean áreas marinas protegidas (AMP) representativas (en buen estado y ricas en especies), conectadas en red y gestionadas eficazmente, donde se regulen las actividades humanas.
Los científicos recomiendan proteger las zonas denominadas «refugio», especialmente las de la zona «mesofótica», situadas entre 30 y 150 m de profundidad y, por tanto, relativamente protegidas de las olas de calor marinas. Los corales que se encuentran allí son menos vulnerables a la decoloración y, por tanto, pueden servir de reserva para promover la recolonización de las zonas degradadas. Al mismo tiempo, hay que proteger las praderas marinas y los manglares. Estos ecosistemas relacionados con los arrecifes de coral desempeñan un papel fundamental en el ciclo y el almacenamiento del carbono, ayudando a combatir la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Restaurar los arrecifes degradados
Siempre que sea posible, debemos intentar restaurar los arrecifes degradados por las actividades humanas. Esto puede hacerse trasplantando corales de un sitio a otro(ex-situ), o cultivándolos insitu (in situ), donde un fragmento de coral puede reformar una nueva colonia. Implicar a las comunidades locales en este proceso y eliminar los factores locales que habían provocado la desaparición de los corales son dos requisitos previos para el éxito de estas operaciones. Los investigadores están desarrollando ahora nuevos métodos basados en la evolución asistida, seleccionando especies o cepas de corales resistentes a las olas de calor y reimplantándolas para volver a formar arrecifes diversos. También intentan recolectar gametos, huevos y larvas de los corales y esparcirlos por el arrecife, por ejemplo, por medios aéreos. Las praderas marinas y los manglares también pueden restaurarse mediante la replantación o el cultivo, utilizando métodos basados en recomendaciones científicas.
Creación de un conservatorio mundial de corales
Crear un «banco» de coral, al igual que existen bancos de semillas. La iniciada por el Centro Científico y el Museo Oceanográfico constituirá un Arca de Noé de 1.000 especies distribuidas en los mayores acuarios y centros de investigación del mundo, con el objetivo de preservar las cepas y reimplantarlas en zonas devastadas. También permitirá estudiar la resistencia de las especies al calor y seleccionar las variedades más resistentes, lo que supondrá una importante contribución a su conservación, si también conseguimos limitar el calentamiento global.
Lea más: