El origen del nombre de las medusas
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Las medusas vistas a través de la Historia Natural
Las medusas, que hoy proliferan en nuestros océanos debido a las actividades humanas, existen desde hace mucho tiempo. Conocidas y descritas desde Aristóteles, fueron nombradas principalmente en el siglo XIX por el naturalista François Péron. Jacqueline Goy recorre su historia a través de la historia.
Aristóteles, Plinio el Viejo y las medusas, ¿cuál es el vínculo?
En la antigüedad, Aristóteles se interesó por ellos y, entre el centenar de animales marinos que describió, los denominó cnidae, que significa «aguijón», especificando que se mueven aquí y allá en el agua. En homenaje a Aristóteles, los naturalistas del siglo XX crearon el filo de los cnidarios para clasificar las medusas, los corales, las anémonas de mar… que pican. Cuatro siglos más tarde, Plinio el Viejo observó los movimientos de las medusas, que le recordaban a las contracciones y dilataciones de la respiración, y las llamó Pulmo marina, el pulmón marino.
La quinta especie de ortiga
En la Edad Media, el bestiario marino estaba poblado principalmente por monstruos, quimeras y sirenas, sobre todo porque esta época estaba más interesada en la teología que en el estudio de la naturaleza.
No fue hasta Guillaume Rondelet y su obra Histoire entière des poissons publicada en 1554, en la que describe una serie de animales urticantes llamados «ortigas de mar». La quinta especie es la medusa Rhizostoma pulmo, que tiene un destino fabuloso, dispuesta en forma de corona, en el cuadro Laalegoría del agua de Giuseppe Arcimboldo en 1566.
El gran punto de inflexión en el conocimiento de la zoología es, obviamente, Carl Linnaeus. Propuso una clasificación del mundo viviente, tanto vegetal como animal, en su Systema naturae, un texto fundamental, y en la cuarta edición de 1744 introdujo el nombre de medusa por comparación con el rostro de la Gorgona.
en el siglo XIX, las medusas adquieren nombres antiguos
Jean-Baptiste de Lamarck, entonces profesor del Museo Nacional de Historia Natural desde su creación en 1793, supuso el origen de la vida «en las masas gelatinosas dispersas en el gran océano». Y las masas gelatinosas bien podrían ser las medusas.
Por ello, un joven naturalista, François Péron, retomó el tema para realizar un estudio monumental sobre él. Según Albert Soboul, historiador especializado en la Revolución Francesa, la moda revolucionaria introdujo en los nombres de pila a la mayoría de los héroes de la Antigüedad y ¡también cayó en la medusa!
Péron no duda en dar nombres de dioses y diosas a sus especies. Por lo tanto, hay Cepheas, el Cassiopeay Persay Chrysaorade la Geryonia y otros, todos ellos dedicados a los personajes que giran en torno al mito de Medusa, nombres que siguen vigentes.